dimarts, d’agost 16, 2005

Las Cronicas del Desierto de Sara y los exilios aragoneses

Sara no existe; es tan solo un lugar, un espacio particular que comparto, una parte de mi que ya no es mia. Aragón es un espacio del que invariablemente se nace exiliado, con la maleta preparada. Listo para emigrar. A Sara, a Barcelona, a donde el mar nos mezca (dicen, por cierto, que la gente de mar le dice la mar en lugar de el mar. En nuestro caso, hasta nuestros exilios son interiores).
Cuando yo naci, Aragón soñaba con reencontrarse -yo vivi el sueño abrazado a una placenta- y Sara todavía no gateaba por parques mas soleados que los mios. Hoy, Sara ha crecido hasta hacerse tan grande que ya no la puedo ver, y Aragón persigue el retorno, la redención y muchas mas cosas de esas que por mucho que se buscan nunca se encuetran, de esas de las que Lacaan decía que se pierden en una fase especular. De esas ausencias de las que lo unico que se debería esperar es que fueran soportables y no un constante lamento lacerando oidos y conciencia.
Esto pretende ser esta crónica. El relato de un olvido y de un reeecuentro. El olvido de Aragón y el reecuentro con Sara. Dire solamente que espero disfrutar, y que se entienda cuanto menos mejor.
Salud